La alarma de mi celular está programada para cortarme el sueño exactamente a las 6.20 de la mañana, los días de semana claro está. Más de una vez tuve ganas de no ir al colegio. Más de una vez me resigné a no ir a la escuela con tal de verte y contarte mis problemas, esperando que me escuches obviamente. Como muchos de los que sí me escuchan sabrán, más de una vez me desilusioné terriblemente al darme cuenta que una de las personas a las cual le tengo muchísimo cariño me da bola solamente cuando necesita algo a cambio.
¿Que me amas con toda tu alma? ¿Que sin mi no sos nada? Repitiendo las mismas palabras te lo dije sinceramente muchísimas veces, y no me arrepiento de nada de lo que hayamos pasado lado a lado. No es que haya descubierto una nueva parte de vos, es que me di cuenta de lo que realmente no quería ver. Que en muchas ocasiones me usas a tu gusto, que basureas al que tenés ganas, solamente porque te dijo que no. Pobre de aquel que no cumpla tus caprichos. Pero a mi no me pasas por encima NUNCA MÁS.
Estoy construyendo un nuevo yo, y estoy empezando a dudar de nuestra amistad. Si leyeras este blog como muchas veces te lo pedí, para que te dieras cuenta, lo harías, pero no. Ni eso.
Tus gran cantidad de caras me empezó a molestar desde hace mucho tiempo, nose como ni cuando te lo voy a aclarar pero, así no va.
Lástima.
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