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domingo, 25 de marzo de 2012

Some things.

No soy lo que buscas, no soy alta, ni me preocupa mi cuerpo, no me dan miedo las calorías y por eso me ves comiendo cada dos horas. Si paseamos, seguramente me den ganas de tomarme un helado; me gustan las cosas dulces, porque también lo soy yo, tanto que, tal vez, decidas comerme a mi. Si juego sola, pierdo en el pool, pero soy un as jugando a las cartas. Es cierto que a veces miento, pero mis mentiras son tan creíbles que ni te das cuenta. Lloro demasiado, pero soy tan divertida a veces que te va a doler cada centímetro del cuerpo de tanto reírte. Sonrío casi siempre, la verdad, pero tengo una risa tan vital que cuando la escuches no vas a querer que pare. Nunca me han enseñado a sonreír, ni a atarme los cordones de las zapatillas. Los hoyitos de los cachetes cuando me río, no existen, salí fallada, toda mi familia los tiene, yo, en cambio, tengo rosácea, que le da un color rosado a mis mejillas.
Hablo demasiado y me enfado rápido, aunque se me pasa enseguida. Lo que puedo prometerte es que conmigo no te vas a aburrir, las ganas de salir corriendo de lo pesada que me pongo a veces, te van a llegar rápido. Soy impredecible, vivirás sin saber lo que te espera conmigo. También te vas a dar cuenta, con el tiempo, de que soy algo caprichosa y un poco testaruda también, ¿para qué negarlo? De a momentos me pega la vergüenza, canto en la ducha y me gustaría gritar tu nombre cada vez que salgo a la calle, y poder decir que te tengo sólo para mi, pero no... La música es mi amigo fiel.
Si me deprimo, no será por una razón en especial, sino una suma de factores que logró sacarme las ganas de sonreír. Me canso rápido de las cosas, si no me cansé rápido de vos, es un logro, sentite orgulloso. Aburrida, siempre, sin saber qué hacer, nunca. Ahora que por fin llegué a un punto en el que dije la mayoría de las cosas que tengo que decir, me despido.
Antú.

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